EXPRESIÓN DE TERRUÑO EN LA ALTA MONTAÑA DE ANDORRA
Cuando ya parecía que todo estaba visto en el mundo del vino, aparece una nueva sorpresa que no dejará indiferente a nadie: un Gewürztraminer 100% producido por la bodega Casa Beal en la alta montaña pirenaica, en Andorra.
Cim de Cel 2006, se presenta hoy en primicia a la prensa internacional especializada en una cata que se realizará en Andorra. Este vino explora las posibilidades desconocidas hasta ahora del terruño andorrano para el cultivo de la variedad alsaciana Gewürztraminer. La parcela donde crecen las viñas, a 1.050 metros sobre el nivel del mar en la localidad de Nagol constituye uno de los viñedos más elevado de Europa.
Casa Beal inició su actividad ahora hace dieciocho años. La bodega plantó entonces sus primeras cepas de diferentes variedades buscando la que se adaptase mejor a la climatología y las condiciones específicas de su tierra. Finalmente se ha demostrado que la variedad Gewürztraminer, plantada hace cuatros años, es la mejor cualificada para desenvolverse en un entorno tan complejo para la vid, por lo que este año se han plantado 1.800 cepas.
Sus terrenos de suelo franco, procedentes de la degradación de pizarra sobre roca madre ofrecen a la vid un entorno singular de cuya viabilidad para el cultivo de uvas viníferas da cuenta Cim de Cel 2006, un vino para disfrutar a lo largo del año con características más alsacianas que mediterráneas que en su segundo año de producción demuestra que la viña posee un gran potencial.
La primera cosecha de Cim de Cel 2006 se comercializará como edición muy exclusiva y limitada.
Nota de cata
Cim de Cel 2006 presenta a la vista un color amarillo pajizo con reflejos verdosos en el que se aprecian sutiles rastros de carbónico fruto de su juventud que no aparecerán en boca. Es glicérico, con una lágrima muy pronunciada.
En nariz se muestra potente, complejo. Intensas notas florales con fragancia de mermelada de rosas mezclada con un punto de cítricos caramelizados y lichis al tiempo que sugiere un amplio abanico de hierbas aromáticas: salvia, poleo, hinojo, tomillo.
La entrada en boca resulta golosa, envolvente, voluminosa, pudiéndose apreciar la cremosidad que le aporta su largo battonage. Muy fresco y de tacto agradable, se repiten en el paladar las sensaciones apreciadas en nariz y una acidez bien integrada que le aporta frescura y persistencia. Su final es largo y elegante.
Cuando ya parecía que todo estaba visto en el mundo del vino, aparece una nueva sorpresa que no dejará indiferente a nadie: un Gewürztraminer 100% producido por la bodega Casa Beal en la alta montaña pirenaica, en Andorra.
Cim de Cel 2006, se presenta hoy en primicia a la prensa internacional especializada en una cata que se realizará en Andorra. Este vino explora las posibilidades desconocidas hasta ahora del terruño andorrano para el cultivo de la variedad alsaciana Gewürztraminer. La parcela donde crecen las viñas, a 1.050 metros sobre el nivel del mar en la localidad de Nagol constituye uno de los viñedos más elevado de Europa.
Casa Beal inició su actividad ahora hace dieciocho años. La bodega plantó entonces sus primeras cepas de diferentes variedades buscando la que se adaptase mejor a la climatología y las condiciones específicas de su tierra. Finalmente se ha demostrado que la variedad Gewürztraminer, plantada hace cuatros años, es la mejor cualificada para desenvolverse en un entorno tan complejo para la vid, por lo que este año se han plantado 1.800 cepas.
Sus terrenos de suelo franco, procedentes de la degradación de pizarra sobre roca madre ofrecen a la vid un entorno singular de cuya viabilidad para el cultivo de uvas viníferas da cuenta Cim de Cel 2006, un vino para disfrutar a lo largo del año con características más alsacianas que mediterráneas que en su segundo año de producción demuestra que la viña posee un gran potencial.
La primera cosecha de Cim de Cel 2006 se comercializará como edición muy exclusiva y limitada.
Nota de cata
Cim de Cel 2006 presenta a la vista un color amarillo pajizo con reflejos verdosos en el que se aprecian sutiles rastros de carbónico fruto de su juventud que no aparecerán en boca. Es glicérico, con una lágrima muy pronunciada.
En nariz se muestra potente, complejo. Intensas notas florales con fragancia de mermelada de rosas mezclada con un punto de cítricos caramelizados y lichis al tiempo que sugiere un amplio abanico de hierbas aromáticas: salvia, poleo, hinojo, tomillo.
La entrada en boca resulta golosa, envolvente, voluminosa, pudiéndose apreciar la cremosidad que le aporta su largo battonage. Muy fresco y de tacto agradable, se repiten en el paladar las sensaciones apreciadas en nariz y una acidez bien integrada que le aporta frescura y persistencia. Su final es largo y elegante.
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